Las Alfombras del Corpus

 Desde la conquista de las Islas se instaura la fiesta del Corpus. Está ligada a una "procesión muy suntuosa, con instrumentos, fuegos, carretones y danzas". Los vecinos tienen que barrer y regar sus pertenencias por donde pasa la procesión. En los albores del siglo XIX  Dña. Leonor del Castillo de Monteverde (en la Orotova) se le ocurrió poner pétalos de flores (con determinados dibujo) a lo largo de la calle que había de pisar la procesión. Sus hermanos, residentes en Italia, le informaron que en alguna zona de aquel país así se hacía. Será el comienzo de una tradición.

Las salinas de Lanzarote

Las Salinas, en Lanzarote, fueron toda una tradición. Las más antiguas, del siglo pasado, son las del Risco de Famara. De principios de este siglo tenemos Las del Janubio. Pero había muchas más. Toda la costa sureste estaba jalonada de ellas. Las había en Órzola, Punta Mujeres, Los Charcos (Guatiza), Las Cucharas, Playa Bastián, Las Caletas, Pto Naos, Rocar, Parque Las Salinas, La Bufona, Matagorda, Salinas del Berrugo. La razón de tanta abundancia parece encontrarse en la gran cantidad de sal que requerida  para la conservación del pescado (no existían las neveras ni el hielo actual).
   

Salinas del Janubio

Salinas de Matagorda

Salinas del Janubio

Las alfombras de sal

En su momento, como en otras islas, las calles de la población de Arrecife se adornaban con toda clase de flores, plantas y hasta aserrín para la ocasión. Años después de nuestra guerra civil empezó a utilizarse la sal, teñida de colores, para confeccionar las alfombras. Las conserveras lanzaroteñas hacían donación de ella para tales fines. Este parece ser el origen de esta 'tradición'.
Las alfombras ´hoy'
Los organismos oficiales (Cabildo, ayuntamientos), por medio de los departamentos pertinentes, se encargan de coordinar y cuidar que esta tradición no se pierda. Para ello proporcionan la sal, solicitan la participación de instituciones y particulares para la elaboración en la tarde-noche anterior a la festividad del Corpus Crsti, estimulan de diferentes manera para que esta tradición no sólo no se pierda sino que se acreciente. Para abundar en ello incluso, en algunas ocasiones, han traído de La Orotova personas que han hecho aquí una demostración de su arte. Es como una respuesta a la visita que en años anteriores, con el fin de exponer allí el nuestro, hicieron, en representación de nuestro ayuntamiento, un grupo de profesores de la Escuela de Arte, para dejar constancia en la mencionada localidadtinerfeña, de lo que nosotros sabemos hacer.